Historia Clínica Detallada: síntomas asociados (fiebre, náuseas, disuria, secreción uretral, trauma previo). Antecedentes personales (enfermedades de transmisión sexual, cirugía previa, antecedentes de torsión testicular).
Exploración Física: inspección en tamaño, coloración, edema o signos de inflamación, palpación testicular: evaluación de dolor, masas, consistencia y reflejo cremastérico, además de exploración inguinal: presencia de hernias o adenopatías.
Pruebas Diagnósticas: ultrasonido testicular con doppler: evaluación del flujo sanguíneo para descartar torsión testicular o epididimitis.
Diagnóstico Diferencial: urgencias: torsión testicular, orquiepididimitis, traumatismo testicular y patologías crónicas: varicocele, hidrocele, hernia inguinal, tumores testiculares..
El ultrasonido Doppler testicular es una herramienta clave en la evaluación del dolor testicular, ya que permite detectar alteraciones en la vascularización y estructura testicular con alta precisión. Sus principales ventajas son:
Permite diferenciar entre patologías urgentes (como torsión testicular) y condiciones menos graves (como epididimitis o varicocele).
Evalúa el flujo sanguíneo testicular en tiempo real, lo que es crucial para descartar isquemia o infarto testicular.
No requiere exposición a radiación, a diferencia de otros estudios de imagen como la tomografía.
No genera molestias significativas y no requiere preparación especial del paciente.
Leucocituria: Indica la presencia de glóbulos blancos, lo que sugiere infección urinaria o epididimitis.
Nitritos positivos: Indican la presencia de bacterias, especialmente Escherichia coli, una de las principales causas de infección urinaria.
Hematuria: Puede estar presente en infecciones, cálculos urinarios o trauma testicular.
Proteinuria: Puede asociarse a procesos inflamatorios o daño renal secundario a infección.